Lo de Riley Reid resulta fascinante porque mezcla muchas cosas como los tatuajes, el coño peludo y las folladas extremas, todo esto convulsiona en sus escenas al darnos cuenta que apenas es una jovencita con una larga experiencia sexual delante –y seguramente detrás- de las cámaras. A mí me encantan sus poses en sus sesiones de fotos porque nos lleva a esa Europa de Jess Franco y Tinto Bras donde los vellos púbicos eran importantes con esa mezcla de modernismo estadounidense donde chicas muy jóvenes pueden coger como su hipersexualidad se lo pida.