Esto merece ser visto, cada que Playboy mete una rubia ardiente como Amanda Hagen entre sus conejitas, alguna especie en peligro se salva de la extinción, eso porque los que ponen en peligro a las especies olvidan todo y empiezan a disfrutar de la belleza de estas chicas… ¡o algo así dicen en Taringa! Lo cierto es que es un paseo por una tendencia cada vez porno que llega a la casa del conejo y que mejora con los meses, cada vez más son las chicas que abren bien las piernas; que toman poses explícitamente pornográficas y que nos hace agradecer esta evolución.
