Furor uterino, satiriasis y ninfomanía quedaron en el pasado, ahora el término es: hipersexualidad. Es uno de los pasos que da la ciencia en pro de llegar al consenso y decirle al mundo que no es una enfermedad, más bien un regalo genético. Hay que reconocer también el papel que ha jugado internet en esta creencia y la información que se consigue ha ayudado a los científicos a notar que quienes toman esta condición sin ningún tipo de culpa, terminan por vivir una vida plena y feliz.
Porque más allá de los análisis de laboratorio viciados por prejuicios morales, para cualquier persona común es un sueño tener una esposa que quiera follar a cada rato, realmente es un regalo de la vida y que nadie debe desaprovechar, y como en el caso de los swinger, las parejas donde la chica es ninfómana son más estables y duraderas. Son matrimonios más armoniosos y honestos.
Así que si tu esposa tiene hipersexualidad, lo único que debe preocuparte es tener siempre una buena dotación de lubricante en tu despensa, ¡la necesitaras! Lo demás será la voluntad de complacerla, porque en esos casos, si tu chica no es feliz, nadie lo será. Pero hay que ver las cosas de forma sencilla, es solo sexo lo que debes darle, y crecemos todos los hombres soñando con eso, ¡lo pediste ya no te quejes, no te comportes como niña!
Creo que definir si una chica es ninfómana o no depende de muchos factores, entre ellos está la vida sexual de quien lo define, porque para alguien que folle una vez al año, cualquiera que lo pueda hacer una vez al mes tendría problemas. También sabemos que si los conflictos de las masas no te afectan a ti, como: condición económica, amor, aprobación y otras banalidades, seguramente deberás aprovechar toda esa energía para coger como conejo.
Lo que si nadie puede negar es que estas señoras son una bendición para el porno amateur, porque cuando les cosquillea el coño les vale verga que alguien grabe o haga fotos, así que gracias a ellas el internet está lleno de fotos amateur y también está lleno de pervertidos como yo disfrutando de todas las travesuras que ellas hacen cuando están excitadas. Así que mí querido amigo, cuando juzgues una chica por hacer porno, recuerda que tú disfrutas con sus fotos. ¡Así que tan malo no debe ser!
